Su función es esencial para el desenvolvimiento de nuestras actividades productivas.
Por Guillermo Alamino
La Escuela de Enología no solo es un bien patrimonial de San Juan, sino que es una institución fundamental para nuestra economía desde su fundación en 1862.
Su creación tuvo la finalidad de formar a los profesionales en vitivinicultura y fruticultura, principalmente a enólogos, quienes son una pieza importante en el desempeño de la industria del vino.
Sus instalaciones cuentan con una superficie destinada a la producción, aulas y jardines con variadas plantaciones. Además, contiene una fábrica de dulces y conservas, talleres, laboratorios, playón deportivo, camarines y una bodega. “La Quinta hará de estas pampas estériles el primer plantel teórico – práctico de la ciencia que hoy honran a todos los pueblos civilizados; la agricultura, la cultura de la tierra, que sin ciencia es, sin embargo, la fuente hasta hoy única de riqueza de San Juan”, expresaba el entonces gobernador Domingo Faustino Sarmiento en el acto inaugural de la Escuela de Enología.
Fue una decisión política favorable a la agricultura y el desarrollo de nuestra economía regional. Promulgó iniciativas que tendían a fomentar las actividades productivas, el trabajo y el conocimiento como cimiento del pueblo. Con el tiempo sus resultados fueron notorios en la comunidad, gracias a la posición de San Juan como una las principales productoras de uvas y vinos del país.
Sin embargo, actualmente este establecimiento educativo se encuentra en peligro debido a las intenciones del Gobierno de la provincia en ocupar sus terrenos, violando sistemáticamente la ley N° 7190, que la declara como Patrimonio Cultural. ¿Por qué el Gobierno no quiere colocar a nombre de entidad educativa sus tierras? ¿Qué pasa que tardan tanto en realizar el inventario exigido por la normativa N°7190? Llama la atención que un Gobierno que dice querer a San Juan trate de arrasar con el legado de Sarmiento, prócer sanjuanino con más trascendencia en el país y el mundo.
En épocas de crisis económica y recesión sería interesante debatir proyectos para fomentar el crecimiento de la agricultura y el turismo en conjunto con escuelas y carreras universitarias dedicadas a la agronomía. Por ejemplo, la Enología podría integrarse a la Ruta del Vino y mostrar su infraestructura. Oportunidades e ideas sobran, pero falta voluntad política.
Nos toca como sociedad cuidar nuestro patrimonio, aferrarnos a nuestra herencia y sembrar, tanto en las actuales como futuras generaciones, un sentimiento de amor a lo propio. La Escuela de Enología no se toca.
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