Huella Lúdica, la propuesta de dos jóvenes entusiastas para estimular la comunicación de grandes y chicos.
Por Carina Gutierrez
Los juguetes desempeñan un papel fundamental en la vida. Algunos ayudan en la vida diaria para estimular el aprendizaje y otros tan solo para activar mecanismos anti estrés. A partir de este objetivo, Ayelen Páez, profesora de educación física y Gabriela Gómez, diseñadora industrial crearon Huella Lúdica, el emprendimiento que incentiva tanto a grandes como a chicos.
En diálogo con este medio, las creadoras comentaron como fue el proceso de este emprendimiento que muestran en cada feria de Ramos Generales organizada por la Universidad Nacional y el Ministerio de Desarrollo Humano.
“En el año 2016, junto a un programador diseñamos una aplicación móvil, que presentamos en San Juan en un premio Eduardo Bustelo y fue como muy innovadora y esa misma aplicación ganó un concurso en Buenos Aires de juguetes universales. Después hicimos juguetes con impresora 3D pero con material reciclable”, comentó Gabriela.
Por otra parte, Ayelen explicaba, “ empecé a trabajar con una nena con autismo en Buenos Aires y me encontré con que no había juegos, ni juguetes y el autismo estaba como muy escondido. Entonces como no había herramientas, le comenté a Gaby que necesitaba crear algunas cosas por ejemplo para anticipar actividades, y es por eso que surgen los pictogramas. Entonces Gaby me propuso una idea como recortar la foto, poner mamá y papá y hacer como pictogramas pero de fotos reales. Entonces empezamos a hacerlos. La madre me dijo como que eso no existía que estaba buenísimo y se contacto con otra mamá y ahí nos dimos cuenta que existía la demanda. No era solamente la nena con la que yo estaba. Existía una demanda que nadie estaba cubriendo”.
De este modo, el proyecto fue tomando forma y ambas emprendedoras fueron cubriendo diferentes necesidades. Apostaron a pizarras magnéticas, imanes anti estrés, juegos de asociación, cubos Fidget y palitos de madera, Mokuru que plantea distintos desafíos. “El cubo es un juguete universal, nada más que no se vende en todos lados porque es puramente terapéutico. Se utiliza para la ansiedad, para bloquear conductas auto lesivas como arrancarse el pelo o que se muerdan las uñas. También está diseñado para personas adultas para que se puedan concentrar mientras están dando una charla y para que puedan liberar esa tensión. Esa ansiedad que tienen a través de un impulso, un impacto”, sostuvo Ayelen.
Como todo invento, los juegos y juguetes llevan también un proceso de investigación para determinar las acciones a seguir. “Todo tiene una investigación previa. Investigamos desde qué puede hacer, por ejemplo un niño con síndrome de dawn o con autismo. Hacemos hincapié en el progreso porque así pensamos que incluimos a la persona desde su posibilidad y no encerrándola o exigiendo que se articule a una manera de aprender determinada por una mayoría”.
“Lo que nosotras hacemos es crear herramientas para abordar distintas problemáticas. Todos los juguetes los creamos de una manera universal para que tenga un amplio público y para que pueda ser utilizado por todas las personas”, puntualizó Gabriela.
De este modo, ambas emprendedoras una desde San Juan y otra desde Buenos Aires, en conjunto, van diseñando este mundo de herramientas de comunicación para que cada persona sea la protagonista. Y cada juguete una huella que les permita jugar e interactuar.
Para mayor información pueden contactarse a través de facebook en su sitio Huella Lúdica ( juguetes / juegos).
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